martes, 22 de septiembre de 2009

Oración de Bienvenida



En tu nombre, Presencia Todopoderosa, doy la bienvenida al Santo Espíritu de la Navidad, quien baja a este planeta con la misión de dar. Te saludo, te reconozco y te bendigo; te doy las gracias por la maravillosa labor de amor, alegría y paz que realizas.


Abro las puertas de mi corazón y de mi hogar a tu radiación, y te reconozco como huésped privilegiado al festejo. Demando, acepto, recibo y realizo una abundante provisión para mí, para mi familia, mis amigos y para toda la humanidad (pide salud, felicidad, prosperidad, abundancia, desarrollo espiritual y las cosas materiales que desees).


Invoco la ley del perdón, la llama violeta transmutadora y la llama rosa de amor divino, para disolver con amor todo lo inarmonioso durante estas navidades en mi hogar y en el planeta. Luz a la tierra, de manera que la paz, el equilibrio, el bienestar y la alegría llene mi vida y el mundo entero.


Yo soy la fe que mueve montañas. Yo soy la esperanza de dar y recibir en grande. Realizo la grandeza de la magna presencia y la prosperidad que viene a otorgar la natividad. Borro en mi mente, con luz violeta, todo concepto de limitación y escasez, y no lo acepto más.




Que el fuego sagrado de la transmutación limpie y purifique la Tierra durante estas navidades, para que el Espíritu de la Navidad se encuentre bien en el tiempo que nos visita, y pueda cumplir su labor sin interferencias. Yo soy la transmutación de la llama violeta en acción, y la perfección del amado Maestro de la Natividad se manifiesta en el planeta entero por el poder del amor divino (permanece unos instantes en silencio y visualiza la tierra envuelta en una luz violeta y rosada, después de agradecer por lo que te sucede).


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